Apenas hace unos días que acariciaste con ternura y suavidad cada centímetro de mi cuerpo...
Que nos deleitamos en el placer de sentirnos y perdernos en el otro...
Donde se cruzaron miradas intensas llenas de palabras que no tenían necesidad de ser dichas para ser escuchadas...
Y quedo claro que si fuéramos capaces de decirlo, de explicarlo, de darle un porque, no seriamos capaces de sentirlo...
Y aun tengo grabado en mi ser cada momento, cada caricia, cada sonrisa, cada respiración.
