Anoche sus palabras me calaron hasta los huesos, sus besos fueron como una caricia en el alma, su mirada me dijo tanto...
Alguna vez dejara de enseñarme tanto, de hacerme ver que cosas no he sido capaz de detener; que no es cuestión de ser buena o mala, sino de que en realidad se le ponga un alto a esas cosas que ese tanto a hecho y que yo por agradecimiento o nostalgia, jamas he detenido.
Las cosas van a cambiar, en un sentido o en otro... pero lo harán.
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