Y me encuentro sentada pensando otra vez en el...
Y no es que trate de evitarlo, seguramente no podría aunque quisiera...
Todo empezó en el momento menos erótico o sensual que podría imaginarse, empezó así, sin mas, como suelen empezar las cosas que terminan siéndonos tan atractivas (y tan peligrosas); bastaron unas miradas, unas sonrisas, ni siquiera se cuantos días tuvieron que transcurrir para mirarnos diferente.
Las cosas cambiaron tan pronto, de pronto las revisiones básicas, me hacían erizarme, dejaron de sentirse como algo mecánico y comenzaron a sentirse como caricias... Aun recuerdo con todo detalle la primera vez que acaricio suavemente mi frente para confortarme.
Antes de que terminara la 1er semana, ya me sentía completamente atraída hacia el.
Comenzó a ser cada vez mas placentero ir al consultorio, verlo abrir esa puerta y pedir a los demás pacientes que esperaran para que yo pudiera pasar antes...notar como aun con ese aspecto tan poco atractivo, comenzaba a acercarse mas a mi; como teníamos nuestra bromas y como, de pronto, que estuviera mejor se volvió su prioridad pero también le causaba conflicto.
Un día sin mas lo dijo -"quiero que mejores, pero no me gusta saber que dejare de verte"- y yo tan solo respondí _"no va a pasar"
Fue cambiando la forma de saludarnos y de tocarnos sin tocarnos casi... los abrazos de despedida sabían a "quédate", sus miradas empezaron a causar sonrojos de mi parte, su sonrisa se volvía mas amplia al verme.
Y no me malinterpreten, no es amor, (sigo creyendo que eso solo complica las cosas) es esa atracción tan deliciosa, tan irresistible, tan pecaminosa, pero tan única.
El día de los estudios mas complicados, se suponía que estaría en cirugía y en mi mente yo sabia que buscaría la manera de colarse a el estudio para estar... y justo a la mitad de este apareció; y entro a reconfortarme y algún punto dijo -"en verdad crees que pienso dejarte ir?". Ahí me quede sin palabras.
A veces es travieso, otras serio, en otras me consiente.
Y así me encuentro, ahora, pensando en el, recordando como sus brazos rodearon mi cintura mientras me abrazaba por la espalda... mientras yo temblaba por dentro y las rodillas querían fallarme.
Así ha ido pasando todo, sin mas, como suelen pasar las cosas mas atractivas y las mas peligrosas...
Y solo van tres semanas.
Ele
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