Y entonces, después de unos momentos robados, de una caricias, de sonrisas y unos pequeños besos...
El dijo: "Vamos a portarnos mal"
Sólo respondí: "Sí!"
Y salí de su oficina, sintiendo un escalofrío por toda la espalda, su sabor en los labios y su aroma impregnado en mi piel.
Ele
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