... Rouge...
Justo ahora, me encuentro en la cama, recordando la otra noche, mi cuerpo moviéndose al ritmo cadencioso de la música, mis caderas haciendo círculos, rodeada de personas y mi mirada concentrada en el hombre que tengo enfrente, no tiene nada de espectacular, pero a diferencia de todos, entiende que soy yo la que decide el siguiente movimiento, me da esa libertad… quizá esta noche le muestre que movimientos se hacer para enloquecer a un hombre, desde otra perspectiva.
De pronto siento una mano caliente en mi abdomen, siento un aroma conocido y entonces ni siquiera tengo que voltear, es mi hombre deja vu (de esos hombres que aparecen en el momento menos esperado, pero que desde que aparecen, sabes que va a pasar, aunque eso no le quita el atractivo) y susurra a mi oído las palabras de siempre “eres una tentación irresistible”, no puedo evitarlo y me rio a carcajadas “lo se”, respondo y en un movimiento perfecto me escapo de su abrazo y me deslizo a los brazos de mi acompañante de esta noche; mi deja vu, frunce el ceño como en total desacuerdo, pero le lanzo una de esas miradas que se que le hacen pensar que pasare la noche deseándolo a él, y como siempre con eso basta para su tranquilidad…
Miro por encima del hombro a mi adorable “D”(aun no puedo definirlo)y veo su mirada fija en el hombre que se aleja, parece que sintió un poco de riesgo, pero en cuanto siente mi mirada, baja los ojos hacia mí me pongo suavemente de puntas y le doy un beso en la comisura de los labios y de nuevo tengo toda su atención en mí, justo como me gusta.
Hay besos que desatan pasiones intensas...
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