Sacré et pensée mystique

Sacré et pensée mystique

domingo, 7 de febrero de 2010

Las primeras confesiones.

...Rouge...

Puedo decir sencillamente que me considero una diosa terrenal, pocas mujeres en la vida son reales en todos los sentidos y tienen lo que yo tengo para ofrecer; y mas a mi favor siguen deseando succionarle a la vida toda lo que esta pueda ofrecer.

Soy intensa en todo sentido, apasionada hasta la medula y entregada a más no poder... y sin embargo los hombres pasan por mi vida y por mi cama como algo más, algunos me entretienen, otros francamente me aburren, a unos (y la verdad son pocos) los he amado y les he permitido hacerlo y otros solo pasaron sin dejar huella de su existencia.

Me gusta pensar en mi misma como la tigresa blanca en la eterna busqueda de su dragon de jade... hasta ahora todo ha sido un fracaso.

En algun punto de mi vida, jure que lo habia encontrado, pero puedo asegurar que su alter ego (el cual jamás se atrevera a dejar salir del todo) me atraia más que el. Adoraba su juventud y los beneficios que esta ofrecia, su intensidad, su sonrisa y por sobre todo su necesidad de experimentar... perfecto... o al menos eso parecia.

Mis labios aun se hinchan de solo recordar la intensidad y el calor de sus besos, mi piel se eriza al recordar sus manos en mi cuerpo y el calor que siempre emanaba (muy a mi pesar soy una diosa con piel de hielo) y sin embargo este hombre de sonrisa encantadora lograba que mi piel en todo sentido adquiriera la temperatura correcta. Oh si! amaba su intensidad, amaba su fortaleza y desgraciadamente amaba una figura que no encontre en el...

Veran el verdadero dragón de jade no se arrepiente de sus decisiones, aprende de ellas y remedia los errores, es intenso y sabio, posee en todo sentido una encantadora personalidad que practicamente te atrae a el, pero lo mejor es su energia sexual y sensual, nadie nota que existe... el verdadero dragon de jade es tan delicioso y sutil que no necesita hacerla obvia para el mundo, pero sabe que la tiene y como usarla.

Los hombres creen que por ser obvios en sus insinuaciones y deseos, nos harán doblar las piernas, pero en realidad no son capaces de ver que no reimos de sus tontos intentos por seducirnos como si aun estuvieramos en la era de las cavernas, presumiendo ante otros su fortaleza y al macho interior...

Otros creen que con un chasquido de dedos o un maravilloso mensaje nos tendran corriendo hacia ellos, pero se equivocan, las mujeres dominamos el mundo...
...aunque teman que lo hagamos.

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