Aroma

...Rouge...

Giro mi cabeza suavemente y al moverse mi cabello siento el aroma de su perfume en mi piel, es embriagante, como la mirada que sale de sus ojos o su manera tan única de decir las cosas, tiene algo que me atrae como la fuerza de un imán, que al mismo tiempo me repele por esa necedad mía de alejarme de todo lo que puede llegar a recordarme que puedo ser débil…

Sin embargo cada que aspiro aire, mi piel que lleva su aroma pegado a ella, me recuerda que estuvo un instante aquí y que ese instante valió cada segundo… que cada pequeña brisa que roza mi piel trae consigo ese aroma, se pierden mis sentidos por un segundo y tengo que regresar a ese punto donde me encontraba antes.

Quisiera decir que ha habido más que un simple su roce, pero no es así, y siento que como si cuando me habla, su voz susurrara sobre mí caricias únicas e irrepetibles…

Lo he mirado tantas veces y me ha devuelto la mirada, existen sonrisas coquetas de complicidad en extremos de habitaciones llenas de gente; nos hemos topado en restaurantes, a veces va solo a veces acompañado y sin decir ni una palabra cada quien sigue en su momento; sin embargo cuando pido la cuenta, el mesero solo dice “lo siento, su cuenta ya fue saldada” y sin decir más se va. Cuando miro a su mesa, mientras me levanto y camino hacia la puerta, levanta la mirada por un segundo y me mira a los ojos y cuando baja de nuevo la vista veo en el esa sonrisa coqueta que me encanta.

Pero sé que sigue mis pasos mientras me alejo, pero no miro para atrás… jamás lo hago.

Espero ansiosa a el próximo encuentro, efímero como siempre, casi inexistente, pero tan nuestro, tan cautivador, tan seductor… que durara unos segundos pero permanecerá en mi por horas como este ultimo lo hace por horas y horas, con cada respiración que doy.

… Y solo fue su perfume.