Sacré et pensée mystique

Sacré et pensée mystique

jueves, 20 de mayo de 2010

El postre perfecto

...Rouge...

Me encontraba en una eterna y bastante repetitiva discusión sobre porque deseo tener a alguien que termina siempre negándose a estar conmigo, con sus razones y motivos; y aun cuando a mi me parecían excusas siempre terminábamos en este punto.

En ocasiones tolero menos que estas cosas, pero por razones inexplicables a este hombre en particular le tolero que me diga cosas que hieren directamente mi orgullo antes de cansarme y mandarlo al diablo o por lo menos pararle el alto.

En algún punto se volteo y me dijo, ¿Pero que será mejor probar y no volver a sentir o no extrañar algo que no se conoce?, mejor a si, así no sabría ni dolería pensar o recordar, o ¿Tú qué crees?


Asombrada en una manera muy clara y mirando a la ventana simplemente le conteste… “Preferiría saber que probé y tuve esa fortuna, a preguntarme la vida entera que hubiera sido o lo que hubiera sentido”.



Solo escuche como respuestas, una gran inhalación de aire y un “ok”; y por un momento pensé que por esta ocasión la discusión se había detenido antes de que el orgullo saliera herido... pero me equivoque.



Segundos después dijo “¿Todavía no sé porque me aguantas?, si hay más de uno que haría lo que quieres sin dudar, y sin tanta complicación”… En silencio juro que sentía como la sangre corría por mis venas, mi cuello se tornaba de un color escarlata, que mis impulsos de reventarle la boca se veían sumamente reprimidos y solo me voltee a buscar sus ojos con la mirada, mientras atravesaba la habitación con toda la intención de salir de ahí antes de que me pudiera arrepentir de algo… o peor aun de hacerlo y que el arrepentimiento no llegara.


¿Entonces, no vas a responderme, porque me aguantas, habiendo tantos que harían lo que tú quieres sin chistar? _ Esta vez la pregunta fue de manera inquisitiva y un tanto hiriente.



Me detuve antes de agarrar la manija con mi mano, voltee hacia donde se encontraba, lo mire con ojos llenos de furia y respondí:

Porque resulta que no soy una puta que se ofrece y vende al mejor postor, porque soy yo la que decide y punto. Gire sobre mis pies y camine abriendo la puerta para pasar y azotándola atrás de mí.



Hay hombres que tienen oportunidades que muchos quisieran y las desprecian, otros que las aprovechan, otros que se mantienen indecisos ante eso… y están lo que no solo no son capaces de tomar una decisión, sino que aun después de no poder hacerlo, son capaces de atacar, porque quizá así se sientan menos mal de la grandiosa oportunidad que se les escapo de sus manos o solo quizá porque esperan que con la intención de cerrarles la boca, mujeres como yo, hagamos las cosas…


… La venganza y el desquite son como un maravilloso postre que se come frio y se disfruta lentamente... y yo sabria espera.

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